Sabina Konečná vive en un pequeño pueblo cerca del Karst de Moravia, en la República Checa. De niña ya le encantaban los libros; tan pronto como aprendió a leer, se enganchó por completo a la lectura. Así se explica por qué luego eligió estudiar Filología Checa en la Facultad de Arte de la Universidad Masaryk de Brno. Durante sus estudios descubrió la belleza y lo que hace la lengua checa tan especial. Como proviene de una zona en la que se habla un dialecto tan interesante, la dialectología fue el área en el que se especializó en sus investigaciones. Después de graduarse, continuó haciendo trabajos de investigación en dialectos del checo en la Academia de Ciencias Checa. Durante este periodo siguió en contacto con los libros trabajando como correctora. Cuando llegó la oportunidad de trabajar para el grupo Albatros Media como editora literaria, se sumergió de lleno en este nuevo reto. Disfruta muchísimo con la creación de bonitos libros para niños.